April 20, 2006

Para mi Zoe que ya no esta


Mi hija Zoe fallecio el sabado. Fue atropellada no se por quien, no se como paso. Estoy destrozada ya que de alguna manera me siento culpable. Ella no queria salir a pasear, nunca me voy a olvidar de eso, ni tampoco me voy a olvidar de que L la saco sin correa a la Javier Prado, ni olvidare ni perdonare todo el odio que siento hacia el. Mi hija querida se fue el mismo dia que Cesar Vallejo, 15 de abril. Es por eso que le dedico un fragmento del poema "Los dados eternos" de este poeta.


Dios míos, y esta noche sorda, obscura,
ya no podrás jugar, porque la tierra
es un dado roído y ya redondo
a fuerza de rodar a la aventura,
que no puede parar sino en un hueco,
en el hueco de inmensa sepultura.

Mi Zoe preciosa, esperame en el cielo. Gracias por los 6 anhos que me diste y gracias por esperar a que yo volviera de viaje. Te quiero mucho.



5 comments:

Rocío said...

Me uno a tu dolor amiga, conocí a Zoe y era una perrita ejemplar. Entiendo tu dolor y créeme que te acompaño en el dolor. Piensa que debe estar en el cielo con Chloe :)
un besote amiga!!1 fuerza

Anonymous said...

Todavia me acuerdo cuando se me pegaba..a mi!!! cuando haciamos mercados.....todo sucede por algo...siempre tenlo en mente...y de hecho algún día la volveras a ver ...

mentolada said...

ayy perder a tu hijita
no se que decir
trato de imaginar
q pasaria si
mi stitch se hace danno y no puedo

abrazo virtual

Anonymous said...

Te Recito Masa de Cesar Vallejo para darte animo (me vacila aunque no soy fanatico) porque a mi me paso una vez de chibolo y es horrible:

Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: «No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Se le acercaron dos y repitiéronle:
«No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando: «Tanto amor, y no poder nada contra la muerte!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: «¡Quédate hermano!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Entonces, todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vió el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar…

A la mejor falto eso, y si todo el mundo lo hiciera q se acabaran las muertes caray

Anonymous said...

Me dieron ganas de llorar lo de Zoe...mi perrita tambi{en se llama Zoe y tiene 8 años.....y en serio si le pasara algo de eso creo que me podría morir